Un centro de coste, por ejemplo un trabajo de auditoría o un asesoramiento fiscal, puede tener previsto un tiempo de realización determinado. Estas horas son las que, bien por contrato de servicios o bien por análisis interno hemos calculado que hacen rentable el trabajo. Si entregamos el trabajo en menos tiempo ganamos dinero, si no, lo estamos perdiendo.
Cuando definimos un presupuesto, establecemos la fecha de inicio y la de fin así como las horas presupuestadas. Cuando este presupuesto ha caducado, es decir que ha pasado ya la fecha de fin, se pone de color rojo y, salvo que marquemos la opción de No permitir partes fuera de presupuesto, el equipo podrá seguir registrando horas en el centro de coste. Sigue leyendo