
Que levante la mano el responsable de calidad de una firma de auditoría que, al terminar de implantar el sistema de control de calidad, no ha exclamado:
¡Eureka, por fin he terminado de implantarlo, ahora me podré dedicar a otra cosa!
Es natural, al fin y al cabo no es fácil conseguir el nivel de abstracción y, sobre todo, el espacio de tranquilidad necesario para pensar y poder concebir la actividad frenética de nuestro trabajo, como un conjunto de procedimientos y procesos entrelazados entre sí. Por no hablar de las migas de pan que tenemos que dejar por el camino para conseguir la dichosa trazabilidad en nuestros trabajos de auditoría. Sigue leyendo →