Es viernes día 4 de octubre, la tensión se respira en la sala. El único sonido que se escucha es el del ventilador del vídeo proyector que, a duras penas puede sacudirse de encima el calor de 5 horas ininterrumpidas funcionando. Es testigo de una intensa actividad entre auditores-certificadores y auditores-auditados.
5 horas dura el interrogatorio y el minucioso escrutinio del Sistema de Gestión y Control de Calidad de Audinfor, 5 horas de presión continuada sobre los procedimientos, procesos y evidencias de la aplicación del sistema en los encargos. Terminología de la NICC1 (norma internacional de control de calidad) y de la ISO9001 suena constantemente en cada diálogo.
Decenas de documentos – registros de calidad del sistema – inundan la mesa. A cada pregunta del auditor-certificador de SGS un escalofrío recorre mi espalda, ¿Lo hemos hecho bien? claro que si, pero, ¿en qué estás pensando?
Al cabo de 5 horas, el trabajo y cuidado invertido da sus frutos y, tras una incómoda pausa de dos minutos – pero que parecieron dos horas – con gran ceremoniosidad, el auditor jefe pronuncia las palabras mágicas:
“El informe es positivo y el sistema queda renovado por un año más. No existen deficiencias”.
Fdo. El Responsable de Calidad